martes, 5 de enero de 2010



Mis deseos para fin de año

Hilda Leonor Lárez Gutiérrez

La primera semana de Diciembre me informaron en mi trabajo que la compañía iba a cerrar por diez días a partir del 24 de Dic… Inmediatamente me sumergí en una tristeza de saber que iba a tener todos esos días libres y que la posibilidad de pasarla sola era alta. Mis amigas mas cercanas iban a estar con familiares y lejos, y de paso, seria imposible ver a mi familia ---- Al mencionar la noticia entre mis padres me hicieron una proposición que no pude resistir. Me preguntan: ¿Si consigo pasaje te vienes a Venezuela? --- ¿Qué pregunta es ésa, chico? ¡Claro que me voy! Así fue, mi padre adorado me sorprendió con un pasaje para Venezuela por toda una semana.

Hice reservación para un taxi por primera vez desde que estoy en Charlotte, revisé que tenía mis documentos y los bolos que me traje la última vez que vine. Llegué super temprano al aeropuerto porque a un fulano se le ocurrió encenderse las bolas con fuego y lo acusaron de terrorista. ¿Tus has visto? – Total, que no hizo falta la llegada “a tiempo”, ¡Charlotte no se vio afectada! Volamos a la hora indicada. Al llegar a Houston TX, llame a mi amiga adorada: Susana, que tenia tanto tiempo sin verla. Su esposo y ella pasaron por mí y nos fuimos a cenar acompañados de Margaritas de Mango. ¡Salud!

A las 12 de la media noche me monte en mi avión, salimos--- y a esa hora nos dan comida. ¡Más mala! Demás esta decirles que pasé las siguientes 5 horas con el estómago lleno de gases. No dormí en toda la noche. Me acomodaba para la derecha y para la izquierda – NADA – Cuando llegamos salí corriendo para el baño… sin comentarios.

Esperé 5 largas horas para chequearme para Maturín. Con mucha pena me acerqué al mostrador de atención al cliente de Conviasa, y les dije: Mijita, yo no puedo hacer esa colota… Le eché el cuento de mis múltiples operaciones y me atendió enseguida… Fue la única consideración y sonrisa que recibí en el aeropuerto. !Que rudos! Buej, que podía hacer yo, sino sonreírles de vuelta.

Con mucho sueño, pero muchas cosquillitas en el estómago me monté al avión. Al llegar vi a mi pulga a un kilómetro de distancia, me contaron que ya se estaba portando mal. ¡Qué emoción verlos y abrazarlos! ¡Primera vez que soy recibida con una pancarta!

Estos últimos tres días han sido divinos y bendecidos. Muchos acontecimientos: mi sobrino, mi cuñado Dany y ¡mi baby sister con huesitos en la barriguita! Qué más podía pedir para fin de año. 29 de diciembre de 2009.

1 comentario:

  1. Papi, Gracias por publicar mi cuentico...
    Esta bastante buenazo!

    Te quiero.. tu hijita adorada,
    Hilda

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