miércoles, 20 de enero de 2010


Peligro inminente

A esa hora, después de casi tres horas de fiesta, más de veinte personas habían usado el baño. Cada vez que se vaciaba el tanque de la poceta la tapa vibraba de manera imperceptible, pero con suficiente intensidad como para ir moviendo la pequeña imagen de porcelana que miraba aterrada como se acercaba inexorablemente a la orilla.

Cuando entré, sus ojitos, usualmente inexpresivos, me miraron como implorando la ayudara a evitar el casi inminente desastre. No me asombró la escena. Después de varios tragos de "Etiqueta", cualquier cosa es posible. Reconozco que no fui suficientemente compasivo. Me limité a colocarla en el centro de la tapa y la dejé abandonada a su suerte. Quizás un alma más compasiva que la mía la movería a otro sitio donde no corriera peligro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario